Ignacio Eguren

Vivimos en un mundo cada vez más colaborativo, en donde la forma en la que nos comunicamos e integramos es cada día más relevante. Y el campo no es la excepción.

El productor ya no trabaja únicamente con el contratista de toda la vida, no le compra solo a la agronomía de siempre, no le entrega todos los granos al acopio local, ni le pide financiación solo a los bancos. En promedio, se relaciona de manera frecuente con 30-40 participantes de la cadena de valor y está vinculado comercialmente con 300 CUIT.

Sin dudas, es una tarea cada vez más compleja la que tiene que llevar a cabo y abarca decisiones estratégicas, técnicas, económicas, financieras e impositivas.

Es por esto que cada vez se vuelve más necesario que tenga todo sumamente ordenado, conectado y al alcance de su equipo, socios y/o clientes. Y la forma de lograrlo es digitalizando los procesos del negocio e integrando las distintas soluciones que utiliza.

A su favor, la digitalización del agro es algo que viene avanzando a gran velocidad y ha llegado para quedarse, como ya lo hizo en otras industrias.

Con el avance de la digitalización el sector agropecuario será menos dependiente de la experiencia, de la memoria y del conocimiento individual de las personas y tendrá una menor exposición a errores humanos

Gracias a esto, el sector agropecuario se volverá cada vez más colaborativo y eficiente. Será menos dependiente de la experiencia, de la memoria y del conocimiento individual de las personas y tendrá una menor exposición a errores humanos. Pero definitivamente, serán siempre las personas quienes, apalancadas en la digitalización, tomen las decisiones.

En poco tiempo y casi sin darnos cuenta, estaremos inmersos en un ecosistema agrodigital donde productores y asesores podrán gestionar el negocio de manera integral y en tiempo real. Accediendo desde un mismo lugar a diversas soluciones tecnológicas, registrando las comunicaciones con sus colaboradores y realizando transacciones con la industria de manera más eficiente y sustentable.

Ya existen soluciones digitales que permiten solicitar créditos de manera más rápida y simple, monitorear y llevar mejores registros, hacer órdenes de trabajo desde el teléfono aunque no haya señal, tener trazabilidad de todos los procesos, comprar insumos de manera online, ahorrar agua de riego, realizar siembras variables, recibir alertas climáticas, hacer el seguimiento de los cultivos a través de imágenes satelitales, controlar la cosecha y la comercialización, pedir camiones como si fuera Uber, transformar los granos físicos en activos digitales y pagar a través de un link, entre otras tantas cosas.

Todas estas soluciones integradas, junto con la toma de decisiones basadas en datos mejor interpretados, no sólo ayudarán a producir más y de manera más eficiente, sino que le permitirán a los productores gestionar sus negocios de manera más simple, crecer y mejorar sus márgenes; en mayor armonía con la sociedad y con el medioambiente.

Esta es la gran transformación digital del agro que estamos viviendo e impulsando emprendedores agtechs junto a muchos otros participantes de la cadena de valor. Entre ellos, los principales actores: productores, asesores y contratistas que ya vienen digitalizando sus procesos desde hace un tiempo o que acaban de sumarse recientemente.

El autor es ingeniero agrónomo y CEO & fundador en AgroPro