Elisabetta Piqué

ROMA.– “Nuestro objetivo es preservar la normalidad que conquistamos en el curso de este año, no volver a cierres o confinamientos. No queremos riesgos y queremos seguir abiertos, queremos poder salir a comer afuera, salir a hacer compras y que los chicos puedan ir al colegio y estén contentos. Será una Navidad normal para los vacunados”.

Con estas palabras, el primer ministro italiano, Mario Draghi, confirmó ayer la aprobación de un nuevo decreto de su gobierno con una batería de medidas que apunta a ponerle un freno a la cuarta ola de coronavirus que está embistiendo a Europa.

El objetivo de la vuelta de tuerca es “salvar” la Navidad que se avecina junto a la temporada de vacaciones de invierno, crucial para sostener la recuperación económica de Italia.

Después de haber tenido casi 134.000 muertos por la pandemia, una dramática caída económica de entre el 8% y el 9% el año pasado, tal como recordó Draghi, que evocó los confinamientos que determinaron cierres de diversas actividades y el aumento de la pobreza, el objetivo es ahora mantener todo abierto para seguir en la misma senda.

“Queremos prevenir para conservar lo que conquistamos; Italia ha reaccionado y ahora tenemos un crecimiento del 6%, hemos recuperado la vida social, hemos comenzado a ser normales y queremos conservar esta normalidad, no queremos riesgos”, explicó Draghi. “¿Recuerdan la Navidad del año pasado?”, preguntó el prestigioso economista y expresidente del Banco Central Europeo (BCE), que aludió a la terrible situación de encierro de 2020, particularmente en el norte del país.

Tal como se había adelantado, las nuevas medidas significarán un golpe durísimo para esa minoría de la población aún no vacunada (7,6 millones de personas). En efecto, el nuevo decreto prevé la implementación de un green pass reforzado, bautizado por la prensa “super green pass”, que entrará en vigor en toda Italia el 6 de diciembre y regirá hasta el 15 de enero. Este pase sanitario reforzado solo podrá conseguirse de dos formas: con la vacunación o habiendo cursado la enfermedad.

Hasta ahora, los no vacunados podían conseguirlo con un test de hisopado y así podían ir al cine, teatro, restaurantes, gimnasios, estadios y demás actividades sociales y recreativas, algo que ya no funcionará.

“Éxito notable”

Draghi destacó que la situación epidemiológica de Italia en este momento está bajo control gracias al “éxito notable” de la campaña de vacunación que hubo, por la que ya se inoculó a más del 84% de la población.

Al margen de agradecer a la gran mayoría de italianos que ya se vacunaron y ya está dándose la tercera dosis, el premier admitió que, dada la situación “grave” que hay en diversos países limítrofes –como Eslovenia y Austria–, también en Italia se está dando un “leve y constante agravamiento”.

Destacó que el invierno, con temperaturas bajas y rígidas, estaba por llegar y que la cobertura de la vacuna comenzaba a ser menor, por lo que era necesario adoptar nuevas medidas.

En este contexto, el ministro de Salud, Roberto Speranza, a su lado en una conferencia de prensa, explicó que cuando, en breve, probablemente algunas zonas del país –en este momento de color blanco en su totalidad–, cambiarán de color y pasarán a ser amarillas, naranja o rojas, de acuerdo a la mayor incidencia del contagio, no habrá restricciones para los vacunados.

“El ‘green pass reforzado’ es justamente para evitar cierres y para evitar que tengamos que volver a determinados aforos en espectáculos o museos”, indicó Speranza. Las restricciones serán para los no vacunados, insistió.

El titular de la cartera de Salud también destacó la decisión del gobierno de anticipar la inoculación de la llamada tercera dosis, es decir, el refuerzo o booster al quinto mes de la última inyección, desde ayer para los mayores de cuarenta años y a partir del 1° de diciembre para los mayores de 18 años.

Aún se espera una decisión, en breve para el comienzo de la vacunación de los chicos menores de 12 años. “Queremos conservar nuestras ventajas y anticiparnos al virus. Una vacuna más es un escudo más fuerte para las semanas que están por llegar”, advirtió Speranza.

Otra novedad del decreto es la extensión del green pass, que pasará a ser necesario también para ingresar a hoteles y para utilizar el transporte público local y regional y para entrar en vestuarios. Además, como se había adelantado, el decreto redujo la validez del pase sanitario de 12 a 9 meses, siempre con el objetivo de presionar a la población a darse la tercera dosis cuanto antes.

Con este mismo fin, el decreto también extendió la obligatoriedad de la inoculación de la tercera dosis al personal sanitario y que trabaja en ese rubro; al de los hogares de ancianos; a las fuerzas del orden, y al personal docente. Determinó, por otro lado, un refuerzo en el sistema de controles de los pases sanitarios, objetivo por el que trabajarán todas las fuerzas de seguridad.

“Estas medidas sirven para tutelar la economía y darle certidumbre a la temporada de vacaciones de invierno que se avecina”, insistió Draghi, que ante una pregunta sobre qué pasará con las llegadas a Italia desde el exterior, indicó que es la Unión Europea (UE) la que está reflexionando sobre este punto y que en los próximos días probablemente habrá un “aggiornamento” de las reglas de viaje dentro del bloque.

Falta de coordinación

Al respecto, recordó que hasta ahora en el seno de la UE hubo coordinación en cuanto a la compra de las vacunas, pero “lamentablemente” no en todo lo que tiene que ver con normas internas. De hecho, cada país del bloque actúa a su modo y con reglas diversas, lo que implica bastante confusión a la hora de los desplazamientos.

En medio de un evidente clima de preocupación por lo que vendrá, el gobierno recordó que no cambian normas ya vigentes, como el uso no obligatorio del barbijo al aire libre en zonas blancas; pero obligatorio en espacios abiertos y cerrados de zonas amarillas, naranjas y rojas. E indicó que sigue siendo obligatorio en todas las zonas, de todos modos, llevar barbijo y usarlo en caso de aglomeraciones.

Al respecto, la comuna de Milán anunció que volverá ser obligatorio el uso de la mascarilla al aire libre en las calles del centro histórico y las típicas zonas del shopping de la ciudad, a partir del próximo fin de semana.

Una decisión que ya tomó Pavia, otra ciudad de la misma región, ante el fuerte incremento de los contagios.ß