Elisabetta Piqué CORRESPONSAL EN ITALIA

ROMA.– Los italianos residentes en el exterior, entre ellos miles de ítalo-argentinos que se han inmunizado en sus países con vacunas no reconocidas en Italia –como Sputnik V o Sinopharm–, podrán igualmente obtener el pasaporte sanitario local pronto, aunque la fecha todavía no está anunciada.

Andrea Costa, subsecretario de Salud, anunció que “el gobierno se ha comprometido a emitir una disposición en los próximos días para reconocer el green pass (el pasaporte sanitario) a los ciudadanos italianos que se han vacunado en el exterior con inmunizantes no autorizados por la EMA (la agencia europea que regula los medicamentos)”.

Hasta ahora, el pasaporte sanitario o certificado verde solo pueden obtenerlo los vacunados en el exterior con Pfizer, Moderna, Astrazeneca y Johnson&johnson.

Costa recordó que el jueves pasado fue aprobada una enmienda “que prevé la emisión de una disposición en los próximos días que pueda dar una respuesta”.

De concretarse, tal como destacó el sitio online Italiachiamaitalia, se daría una victoria del Movimiento Asociativo de los Italianos en el Exterior (MAIE), que preside el senador ítalo-argentino y exvicecanciller Ricardo Merlo, que en las últimas semanas trabajó para que se pusiera bajo los reflectores un tema más que preocupante para los más de seis millones de italianos residentes en el exterior, entre ellos unos 800.000 que viven en la Argentina.

En este marco, el diputado ítalocordobés Mario Borghese, vicepresidente del MAIE, logró que el debate se incluyera en la agenda del Parlamento y que el gobierno de Mario Draghi se comprometiera a disponer de una medida especial para darle una solución.

“Creo que en octubre va a salir la primera circular con la aceptación de algunas de las vacunas no habilitadas por la EMA. ¿Cuáles? Lo va a definir el Ministerio de Salud. Pero creo que va a ser paulatino y de a poco van a empezar a abrir el tema”, dijo Merlo, que, en diálogo con

la nacion, no ocultó su perplejidad en cuanto a la discriminación que la burocracia actual está provocando con el tema de las vacunas.

“El colmo de los colmos es que, por ejemplo, un diputado como Mario Borghese no va a poder entrar en el Parlamento italiano porque se vacunó en Córdoba con la Sputnik V. ¡Es una cosa de locos! Hasta un diputado ítalo-argentino no estaría habilitado para entrar y ejercer sus funciones… Y va a tener que hacerse un hisopado cada 48 horas”, apuntó.

En el marco de una situación caótica, Merlo presentó, además, una interpelación al ministro de la Función Pública, Renato Brunetta, para exigirle saber cuándo los empleados de los consulados italianos diseminados por el mundo van a volver a trabajar en forma presencial, algo urgente “para que pueda garantizarse a los connacionales residentes en el exterior un servicio adecuado”.

El green pass o pasaporte sanitario –que puede obtenerse también con un test de hisopado o un certificado que demuestre que uno ha cursado la enfermedad– es cada vez más indispensable para moverse en Italia.

Es obligatorio para viajar en aviones o trenes de larga distancia, comer en interiores de restaurantes, ingresar en museos y cines y, partir del 15 de octubre, también para todos los trabajadores, públicos y privados.