LONDRES.– El gobierno británico elevó ayer el nivel oficial de amenaza de coronavirus a nivel 4, en una escala de 5 puntos, advirtiendo que la rápida propagación de la variante ómicron empujó al Reino Unido a un territorio de riesgo.

“Se avecina una marea de ómicron”, dijo el primer ministro británico, Boris Johnson, en una declaración televisada en la noche de ayer. “Y me temo que ahora está claro que dos dosis de la vacuna simplemente no son suficientes para dar el nivel de protección que todos necesitamos”.

Johnson anunció asimismo una campaña de emergencia con el objeto de aplicar un millón de vacunas contra el Covid-19 cada día hasta fin de año y adelantar en un mes el suministro de la dosis de refuerzo a los mayores de 18 años.

“Todas las personas mayores de 18 años de Inglaterra que cumplan los requisitos tendrán la oportunidad de recibir el refuerzo antes de Año Nuevo”, agregó el premier en un intento por acelerar el ritmo de inoculación de la tercera dosis.

Los directores médicos de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte señalaron que la aparición de la nueva cepa altamente transmisible “agrega un riesgo adicional y en rápido aumento para el público y los servicios de atención médica” en un momento en que el Covid-19 ya está muy extendido. Por esto, recomendaron elevar el nivel de alerta de 3 a 4 en una escala de 5 puntos, una sugerencia que el gobierno británico adoptó inmediatamente.

El nivel máximo indica que las autoridades creen que el sistema de atención médica está a punto de verse abrumado.

Los médicos sostienen que la evidencia preliminar muestra que ómicron se está propagando mucho más rápido que la variante delta y que las vacunas ofrecen menos protección contra ella. Las autoridades creen probable que ómicron reemplace a delta como la cepa dominante en el Reino Unido en unos días.

“Los datos sobre la gravedad serán más claros en las próximas semanas, pero ya se están produciendo hospitalizaciones por ómicron y es probable que aumenten rápidamente’’, dijeron.

Los científicos de Sudáfrica, donde se identificó por primera vez a ómicron, dicen que ven signos de que esta variante puede causar una enfermedad menos grave que la delta, pero advierten que es demasiado pronto para estar seguros.

El Ministerio de Salud también anunció que a partir de mañana las personas totalmente vacunadas que tengan contacto con alguien que se contagió de ómicron van a tener que someterse a pruebas de antígenos durante siete días. Y aquellos que no están vacunados deben permanecer aislados durante diez días.

Estas medidas se suman a la estrategia anunciada por Johnson como un retorno al teletrabajo y el uso de un pasaporte sanitario en algunos lugares, que serán votadas mañana por el Parlamento.