Por Florencia O’Keeffe  La Capital

Un nene de ocho años está internado en el Sanatorio de Niños por una hepatitis que le produjo un cuadro severo y se evalúa realizarle un trasplante.

El primer caso en el año de un niño con falla hepática aguda, quien está siendo evaluado para trasplante en un sanatorio de la ciudad, conmocionó a la población de Rosario ya que hace pocos días la Organización Mundial de la Salud emitió un alerta por casos de hepatitis severas sin causa conocida en la población infantil de Reino Unido y otros países del hemisferio norte.

El miércoles a la noche se conoció que un chico de 8 años había sido internado de urgencia en el Hospital de Niños Zona Norte por una hepatitis que le produjo un cuadro severo. Horas después, ante el agravamiento de su estado, tuvo que ser derivado a un centro privado, el Sanatorio de Niños, referente en esta problemática. Anoche estaba siendo evaluado para un posible trasplante.

Lo que generó mayor temor entre padres y madres de la ciudad es que hasta el momento la causa de la afección de este niño es desconocida, como sucede con los casos que alertó la OMS. Sin embargo, esta situación no es tan inusual: los motivos que producen una hepatitis aguda que requiere trasplante no se conocen en la mitad de los casos.

¿Tiene relación lo del paciente rosarino con lo descripto en Europa? ¿Se puede pensar en un virus extraño que esté afectando el hígado en la población infantil?

Tanto la ministra de Salud de Santa Fe, Sonia Martorano, como especialistas en el tema, afirmaron que no se puede hablar de brote en la Argentina ante un primer paciente, en lo que va de 2002, con un cuadro de estas características.

Alejandro Costaguta, pediatra, hepatólogo, a cargo del equipo de trasplante hepático del Sanatorio de Niños, dijo a La Capital que las hepatitis (infecciones del hígado) graves en niños y adolescentes son más frecuentes de lo que se cree, pero la mayoría “se resuelve sin mayores complicaciones”.

Agregó que “un pequeño porcentaje de quienes se enferman de manera aguda, por distintos motivos, necesita un trasplante de órgano”.

En Rosario, en el Sanatorio de Niños, primer centro autorizado para trasplante hepático infantil en el interior del país, se hacen una o dos intervenciones al año. En la mitad de los casos no es posible determinar la causa.

Entre los motivos más frecuentes que sí pueden establecerse se encuentran algunas enfermedades autoinmunes, enfermedades genéticas, herpes, ciertos problemas muy puntuales que se producen durante la gestación.

En tanto, hace años que no se registran casos de hepatitis A y B gracias a la existencia de vacunas que están incluidas en el calendario obligatorio.

Lo mismo pasa con la hepatitis E (que se transmite por comer carne cruda contaminada de cerdo, como embutidos y fiambres, y animales de caza): casi no hay registros de esta enfermedad en población pediátrica.

Por qué el alerta

“La OMS emitió un alerta el pasado 28 de abril porque detectan que en Gran Bretaña, donde hay una importante vigilancia y estadísticas confiables, notaron un aumento de casos de hepatitis agudas severas sin causa establecida. Esa situación generó que en otros países de Europa y luego Canadá y Estados Unidos revisaron sus números y advirtieran algo similar. En la Argentina, al menos por ahora, no se puede hablar de brote”, enfatizó Costaguta.

“No nos sorprende este primer caso en el año. Estaríamos en otra situación si en los próximos días o semanas aparecieran más chicos con hepatitis severa, por ahora no hay que alarmarse”, puntualizó Costaguta.

El médico mencionó que los síntomas más frecuentes de una hepatitis aguda son bastante claros: además de decaimiento o malestar general lo más llamativo es que el niño, niña o adolescente se “pone amarillo” (ojos y piel viran a ese color), la orina se vuelve oscura y puede aparecer dolor abdominal, aunque no siempre.

Trasplantes exitosos

Costaguta señaló que entre los chicos cuyo hígado se enferma de manera repentina, y presentan esa sintomatología, “la gran mayoría se recupera de manera espontánea en pocos días: las propias defensas le ganan a la enfermedad y el hígado se regenera”.

“Entre los que están en el grupo que requiere un trasplante de órgano, la tasa de éxito de la intervención es alta. En nuestro centro el 90% de los casos salen bien”, señaló el médico.

Incluso los trasplantes en bebés muy pequeños fueron mejorando mucho con el tiempo. “Tenemos una bebé que fue trasplantada al mes y ya tiene 9 años”, comentó el profesional.

“El trasplante es un tratamiento en el que hemos ganado experiencia, sin dudas. Hoy trasplantamos pensando en que ese niño o adolescente vivirá con el nuevo órgano toda su vida. Ese es nuestro objetivo”, señaló.

En Estados Unidos, donde se hicieron los primeros, ya hay hombres y mujeres de 40 y 50 años que fueron intervenidos en la infancia.

La mayoría de estos injertos se hace con un donante relacionado (madre, padre o hermano que dona una porción de su hígado).

Respecto al alerta lanzado por la OMS, que repercutió en todo el mundo, el experto mencionó: “Aun no se sabe siquiera si lo que está provocando el incremento de hepatitis agudas es un virus o es una falla hepática por otra causa. Si bien se aislaron adenovirus en esos pacientes, puede ser una casualidad, y no la causa del problema”.

El médico expresó: “No sabemos muchas cosas en relación a este brote en Europa pero sí sabemos que no tiene ninguna relación con las vacunas, ni las del Covid ni ninguna otra”