Las farmacéuticas y laboratorios de Estados Unidos están desarrollando vacunas más fáciles de administrar, transportar y almacenar, para enfrentar las variantes del virus y evitar futuras pandemias

3 de mayo de 2021

Gregory Zuckerman

THE WALL STREET JOURNAL AMERICAS

Tal vez la nueva generación de vacunas contra el Covid-19 que ya está en desarrollo venga en forma de pastillas o aerosol nasal, y probablemente sea más fácil de transportar y almacenar que el actual puñado de fórmulas de que son la columna vertebral de la campaña mundial de vacunación.

Las vacunas más nuevas, desde las producidas en laboratorios del gobierno norteamericano hasta las de empresas como Sanofi SA, Altimmune Inc. y Gritstone Oncology Inc., también tienen el potencial de brindar una respuesta inmunitaria más duradera y de ser más potentes contra las nuevas y múltiples variantes virales, contribuyendo tal vez a bloquear futuras pandemias, dice las empresas.

Las vacunas actualmente autorizadas en Estados Unidos son la de Pfizer-BioNTech y la de Moderna, que deben ser transportadas y almacenadas a temperaturas ultrabajas y se requieren dos dosis, administradas con semanas de diferencia.

Las nuevas vacunas podrían venir “con algunas mejoras” respecto de esas limitaciones y facilitar la campaña de vacunación en zonas rurales, dice Gregory Poland, profesor e investigador de vacunas de la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota. “Habrá vacunas de segunda generación, y de tercera generación.

Actualmente, en el mundo hay 277 vacunas contra el Covid-19 en proceso de desarrollo, de las cuales 93 ya están en etapa de ensayo en humanos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La mayoría de las vacunas en etapa de pruebas son inyectables, pero hay dos formulas orales y otras 7 en formato de aerosol nasal.

Pfizer está probando una píldora antiviral contra el coronavirus, que podría estar disponible a fines de 2021.Pexels

Muchas de las vacunas de próxima generación se encuentran en fase inicial o intermedia de ensayos en humanos, o sea que posiblemente no estén disponibles hasta fines de 2021 o principios de 2022. No hay garantía de que esas vacunas superen exitosamente las pruebas, y algunas de las empresas desarrolladoras, como Altimmune y Gritstone, nunca han lanzado una vacuna al mercado.

Si se demuestra que son seguras y efectivas contra el Covid-19, las nuevas vacunas podrían usarse como refuerzo en Estados Unidos, donde se espera que para mediados de años ya está inoculada la mayoría de la población adulta con las vacunas actualmente autorizadas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson. Los especialistas en enfermedades infectocontagiosas están cada vez más convencidos de que se necesitarán refuerzos periódicos para extender la duración de la inmunidad contra el nuevo coronavirus y para construir defensas contra las variantes que vayan apareciendo. También están estudiando si la administración de dosis de vacunas diferentes puede mejorar su efectividad.

Las nuevas fórmulas también podrían usarse como primera vacuna en los países que están rezagados en las campañas de inmunización masiva.

“A futuro, es de vital importancia contar con vacunas que sean más fáciles de manejar y que tengan menores requerimientos de cadena de frío”, dijo John Mascola, director del centro de investigación de vacunas del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID).

Altimmune, de la localidad de Gaithersburg, Maryland, está desarrollando una vacuna contra el Covid-19 que se administra como un aerosol nasal, similar a la vacuna contra la gripe FluMist de AstraZeneca PLC, una opción muy popular para la vacunación de niños contra la influenza estacional.

“Es una forma muy fácil y eficiente de administrar la vacuna”, dice Scot Roberts, director científico de Altimmune. “No hace falta aguja ni jeringa.”

La vacuna de Altimmune usa una versión modificada de un virus inofensivo llamado adenovirus, que está diseñado para llevar un código genético que le enseña a las células del cuerpo a producir la proteína espicular del coronavirus. Esto induce una respuesta inmunológica, incluida la producción de anticuerpos en la sangre, creando así una defensa contra el virus real, en caso de que se presente.

El principio es similar al de las vacunas inyectables de Johnson & Johnson y AstraZeneca. Pero como la vacuna de Altimmune se administra en forma de aerosol nasal, también podría inducir un tipo de respuesta inmune conocida como “inmunidad de las mucosas”, que ayudaría a eliminar el virus del tracto respiratorio y reduciría la contagiosidad de las personas ya vacunadas, dice Roberts.

 “La inmunidad de la mucosa, que puede bloquear el ingreso del virus a mitad de camino y también neutralizarlo cuando está saliendo, sería muy importante desde una perspectiva de salud pública”, dice el experto.

Para mediados de año, la compañía espera los resultados de un estudio en etapa inicial que probará si la vacuna es segura e induce de manera la respuesta inmune buscada.

El laboratorio Vaxart Inc., de San Francisco, California, está desarrollando una vacuna contra el Covid-19 en forma de tableta comestible. Un pequeño estudio en etapa inicial mostró que la fórmula desencadena respuestas inmunes contra el virus y tiene el potencial de proteger contra sus variantes, informó la empresa en febrero.

Un trabajador de la salud toma una muestra de hisopado nasal en un centro de pruebas de COVID-19 en Hyderabad, India, el viernes 23 de octubre de 2020.AP Photo/Mahesh Kumar A

Según un vocero de Vaxart, los ensayos de Fase 2 de su vacuna en tabletas arrancarán a mediados de este año.

Sanofi y GlaxoSmithKline PLC están explorando conjuntamente posibles vacunas contra las nuevas variantes, mientras prueban una versión modificada de su candidata a vacuna inyectable original, cuya versión original, según los ensayos, no habría logrado inducir una respuesta inmunológica suficiente en los adultos mayores.

Pfizer y Moderna también están investigando fórmulas de segunda generación, incluidas las que hacen blanco en las nuevas variantes, así como nuevas presentaciones que faciliten el almacenamiento y el transporte. Su primera generación de vacunas, autorizadas en diciembre por la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos y que tienen más de un 90% de efectividad para prevenir el Covid-19, son generalmente seguras, pero requieren dos dosis, así como transporte y almacenamiento a temperatura ultrabaja, y una ves descongeladas, tienen una corta vida útil.

Los investigadores de las universidades y del gobierno norteamericano también están trabajando en nuevas fórmulas, incluido el Instituto Walter Reed de Investigación del Ejército (WRAIR) y el NIAID.

El WRAIR arrancó hace poco con el ensayo clínico de una vacuna experimental que podría proteger más ampliamente contra las variantes. El doctor Kayvon Modjarrad, director del área de enfermedades infecciosas emergentes del WRAIR, dice que con el tiempo los investigadores del ejército esperan fabricar una vacuna monodosis que proteja contra todos los tipos de coronavirus.

“Es casi seguro que tendremos más pandemias en el futuro”

Drew Weissman

Ese objetivo es compartido por Drew Weissman, profesor e inmunólogo de la Universidad de Pensilvania, y responsable de una investigación crucial para la tecnología que usan las vacunas Pfizer y Moderna. Weissman dice temer que en los próximos años surjan nuevas pandemias, con patógenos aún más peligrosos que el SARS-CoV-2, el coronavirus responsable del Covid-19. “Es casi seguro que tendremos más pandemias en el futuro”, dijo.

Weissman es otro de los que están trabajando en una vacuna que nos proteja contra todos los coronavirus, incluidos los que causan el SARS y el MERS, dos enfermedades también potencialmente letales. Y Weissman dice que su fórmula ya ha dado evidencia de proteger a los ratones de la enfermedad.

Otro modo de abordar la inmunización de próxima generación es estudiar si la combinación de varias de las vacunas existentes contra el Covid-19 es más eficaz que varias aplicaciones de una misma fórmula.

Los científicos del gobierno norteamericano quieren aprender a usar la combinación de diferentes vacunas como dosis de refuerzo, para aumentar la duración de la inmunidad y proteger contra variantes más peligrosas del virus, dice John Beigel, director asociado de investigación clínica en la división de microbiología y enfermedades infecciosas del NIAID, una institución también abocada a esa tarea.

En colaboración con sus colegas académicos, los científicos del NIAID y el WRAIR esperan comenzar el estudio en los próximos meses y tener algunas respuestas en la segunda mitad del año. La Universidad de Oxford también está estudiando la mezcla de vacunas.

Traducción de Jaime Arrambide

Gregory Zuckerman