Desde hace más de un año se inició un plan con anticonceptivos, pero no logró contener el número de aves. El peligro de convivir con los excrementos y las peleas entre los que las protegen y los que las detestan

Florencia O’Keeffe 

Tienen a su favor una imagen idílica que se sostiene a través de los siglos: la paloma de la paz, la paloma como símbolo del Espíritu Santo, la paloma amiga de los niños y los jubilados. Sin embargo, estas aves, como otras, pueden provocar serios problemas en las ciudades cuando se multiplican sin pausa, como está sucediendo en Rosario, en particular en la zona del centro.

Las palomas pueden transmitir enfermedades al humano, además de generar daños en edificaciones y en los sitios en los que se acumulan sus excrementos, ya que afectan las superficies. Y aunque desde hace más de un año Control de Vectores de la Municipalidad las está alimentando con anticonceptivos, para evitar su reproducción indiscriminada, la medida queda corta. 

llevado un “regalito” en la ropa o alguna parte del cuerpo. La limpieza que se hace a diario ya no alcanza, a las pocas horas todo vuelve a estar sucio.

La Plaza Pringles es un ejemplo claro del desenfreno de las palomas: intentar descansar unos minutos en cualquiera de los asientos, para disfrutar de ese pulmón verde, es una experiencia de riesgo porque casi nadie sale sin llevarse un “recuerdo”.

Otro sitio repleto de palomas es la plaza Montenegro donde incluso hay un señor que vende alimentos para darles a las aves.

Carlos Tasinato, director de Control de Vectores de la Municipalidad, admitió que la excesiva cantidad de palomas ya representa “un problema”, al tiempo que señaló que no hay solución “ni fácil, ni inmediata”.

El veterinario Carlos Corvalán Romero, integrante de la Academia de Ciencias Médicas de Santa Fe y miembro de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España, comentó a La Capital que “son aves y como tales tienen la capacidad de transmitir enfermedades zoonóticas (las que pasan de los animales a los humanos)”, al tiempo que agregó que “es un tema serio, desde ya, pero hay que tomarlo con cuidado y sin exagerar”.

El especialista estuvo dando charlas en vecinales de la zona céntrica para ofrecer respuestas a los vecinos, muchos de ellos enojados, y explicar cuáles son los caminos posibles para limitar el crecimiento de las palomas y los cuidados que hay que tener para evitar contagios de hongos, piojillos o bacterias que pueden provocar infecciones respiratorias y otros efectos negativos en el organismo.

Cómo frenarlas

El director de Vectores explicó que en Rosario no se realizó todavía un estudio que permita determinar en cuánto se incrementó la población de palomas en los últimos años, pero reconoció que la cantidad de aves “aumentó y mucho, eso está claro”.

La que más creció en número en la ciudad es la torcacita, nativa de América del sur, que vive en los árboles y gusta de los entornos urbanos. La columba, que es mayor en tamaño, sigue presente en la ciudad desde hace décadas pero no se multiplica tanto como la otra. Esta especie es la que anida en construcciones deshabitadas y en muchos de los viejos edificios céntricos. 

¿Qué se puede hacer con las palomas? “Es una pregunta complicada de responder porque no tenemos ni siquiera un consenso entre los habitantes: están los que pretenden exterminarlas como sea y los que les dan alimento y las cuidan”.

El funcionario contó que en la repartición reciben a diario denuncias de un lado y del otro. “Hay gente que nos llama para que los asesoremos porque tienen nidos en la casa o porque no pueden controlar la suciedad que dejan las aves y también tenemos los que están molestos porque tienen vecinos que las matan, con veneno y hasta con rifles de aire comprimido”.

Entre las medidas conocidas a nivel mundial para minimizar el impacto está el hecho de darles anticonceptivos orales en forma de granos, que es, justamente, lo que se está haciendo en Rosario.

Hay un proyecto del concejal Miguel Tessandori para mejorar el control de la natalidad de las palomas con otros métodos hormonales que se han probado en países de Europa.

Otras opciones

Los técnicos de Vectores también están usando un líquido orgánico en base a ajo, que se produce especialmente para este fin, y que no las lastima pero las aleja.

La cetrería, que implica usar aves rapaces para que ahuyenten a otras, es una de las acciones que se tomaron en otros países donde el crecimiento desmedido del número de palomas es también un problema. Pero en Rosario aún se está analizando su aplicación.

Según coincidieron Corvalán y Tasinato, la educación de la población es crucial. “Si la gente sigue dándoles de comer, si dejan migas, restos de comida en las plazas o espacios públicos, no las vamos a poder detener y tampoco va a servir la anticoncepción porque si el grano de medicamento tiene que competir con la miga no hay chance: la paloma se va a comer la miga, siempre”.

Los especialistas pidieron al Concejo municipal que tome cartas en el asunto y que se evalúe la posibilidad de sancionar a quienes alimenten a las aves, algo que se hace en ciudades como Madrid y algunas de Italia: darles de comer está penado con multas.

“En el Paseo del Siglo, por ejemplo, hay varias casas de comida rápida. La gente se lleva las cajas o paquetes y después los deja en los asientos o los tira en las veredas o los basureros y ahí es donde más palomas se juntan”, señalaron desde Vectores.

“Hay que trabajar en quipo con veterinarios, ecologistas, expertos en vectores, médicos. La salud es una sola, es imprescindible entenderlo de esa manera. Recién estamos saliendo de una pandemia generada por una zoonosis, brotes de gripe aviar en Europa, fiebre del Nilo transmitida por caballos a los humanos. No sabemos por dónde va a venir la próxima epidemia pero sin dudas va a ocurrir. No se puede pensar más en una salud dividida entre personas y animales”, enfatizó Corvalán.

Algunas acciones para ahuyentarlas

Entre las medidas más usuales y efectivas para alejar a las palomas (que desde ya se van a otro lado) están:

* Colocación de molinetes, pinchos y otros elementos que las “asusten”. En el edificio de Iapos y en sede de Gobierno de Santa Fe los colocaron con bastante éxito

* Redes en balcones, en los huecos en edificios y otros sitios donde puedan anidar

* Aplicar una solución en base a ajo (orgánica) que se vende en lugares de productos para mascotas

* No alimentarlas

* Mantener la limpieza para evitar que queden restos de comida en las calles