Resfríos, estornudos y secreción nasal ahora despiertan la potencial alerta de estar infectado

Christina Caron Traducción de Jaime Arrambide

NUEVA YORK.– Hasta hace dos años, tos o un estornudo no eran causa de preocupación, pero ahora cualquier síntoma, por leve que sea, nos deja una pregunta picando en la cabeza: ¿Tendré Covid? A principios de la pandemia, aprendimos cuáles eran las señales típicas del contagio: pérdida del gusto y el olfato, fiebre, tos seca, fatiga y falta de aire. ¿Cambiaron los síntomas desde que la variante Delta es la forma más extendida del virus en gran parte del mundo? Sobre este tema hay pocos datos ciertos y mucho por dilucidar.

Algo que sabemos con certeza es que los no vacunados representan casi todas las hospitalizaciones por Covid-19, lo que quiere decir que fueron más propensos a desarrollar síntomas graves, como problemas para respirar, y dolor o presión persistente en el pecho. Actualmente, en las zonas de Estados Unidos con niveles más bajos de vacunación, como Luisiana, Texas o Arkansas, los niños no vacunados y los adultos jóvenes terminan en el hospital en porcentajes más altos que en momentos anteriores de la pandemia. Y los investigadores no saben si la delta es la única responsable de esos graves síntomas, o si se deben al auge de contagios entre los niños, que a su vez deriva en un mayor número de internaciones.

La variante delta es casi dos veces más contagiosa que las versiones anteriores del virus y tan contagiosa como la varicela. Una vez que ingresó en el cuerpo, se replica velozmente y se aloja en grandes cantidades en la nariz y garganta de los infectados, otro de los factores de su elevada contagiosidad.

Andrew T. Chan, médico epidemiólogo del Hospital General de Massachusetts, es uno de los investigadores principales del proyecto Estudio de Síntomas Covid, una aplicación telefónica que ya se han bajado millones de personas de Gran Bretaña, Estados Unidos y Suecia y donde cada uno hace un monitoreo y un registro de sus síntomas. Según Chan, los datos preliminares del estudio –que no ha sido publicado en una revista científica– sugieren que los vacunados están bien protegidas contra delta. Las infecciones posvacunación, además de inusuales, tienden a producir síntomas más leves y durante menos tiempo.

En este momento, casi el 90% de los adultos de Gran Bretaña ha recibido al menos una dosis de la vacuna, y en Estados Unidos ese guarismo se ubica cerca del 71%.

Entre los adultos vacunados, “los síntomas que vemos últimamente son muchos más parecidos a los de un resfrío común”, dice Chan. “Muchos pacientes siguen informando que tienen tos, pero también vemos mayor frecuencia de otros síntomas, como secreción nasal y estornudos”. Los dolores de cabeza y el dolor de garganta son otras de las principales quejas, agrega el médico. Por otro lado, hay una disminución de los pacientes que reportan fiebre o pérdida del gusto y el olfato.

Chan dice que los investigadores comenzaron a notar que los pacientes reportaban síntomas más leves cuando delta empezó a ser prevalente en Gran Bretaña, hacia fines de mayo, que coincidió con la masificación del programa de vacunación en ese país.

En la ciudad de Nueva York, donde el 67% de los adultos están vacunados, los pediatras dicen observar en los niños muchos de los mismos síntomas que ven desde el comienzo de la pandemia, y que los casos más graves tienden a dar

se entre los adolescentes no vacunados, especialmente en aquellos con enfermedades preexistentes. Algunos niños pequeños o en edad escolar también pueden enfermarse gravemente de Covid, pero no siempre queda claro por qué uno se enferma mucho más que otro, señala Sallie Permar, pediatra en jefe del

Hospital Newyork-presbyterian de la Escuela de Medicina Weill Cornell. Fiebre, tos, fatiga, dolor de cabeza y dolor de garganta son la “el cuadro típico” de Covid en niños con síntomas, agrega Permar.

La recomendación médica es que si su hijo tiene algún síntoma potencial de Covid, incluidos problemas gastrointestinales, lo mejor es testear al grupo familiar y luego quedarse en casa hasta confirmar que todos den negativo, dijo Adam Ratner, director de la división de enfermedades infecciosas pediátricas en Hospital de Niños Hassenfeld del Centro Langone de la Universidad de Nueva York: “Es una de las formas de asegurarnos de que las escuelas sean un lugar seguro”.

Los testeos también son esenciales para los adultos, aclaran los expertos. Por más que hayan sido vacunados y tengan síntomas leves, es mejor hisoparse. Los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) creen que los vacunados de todos modos pueden contagiar a otras personas

“Es un momento para ser humildes sobre el hecho de que esta es una nueva variante. Todavía estamos aprendiendo”, dice Mark Mulligan, director del Centro de Vacunas de Langone y jefe de Infectología del Hospital de la Universidad de Nueva York: “Mejor pecar de exceso de cautela y testearse ante la menor duda”.