Sandra Rodríguez Ramos

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) advirtió que, por el confinamiento y la saturación del sistema de salud debido a la emergencia sanitaria por Covid-19, muchos niños y adolescentes no recibieron vacunas estratégicas para enfermedades inmunoprevenibles, como sarampión, hepatitis B o cáncer cervical, lo que aumenta el riesgo de brotes y contagios. Alrededor de un millón y medio de niños menores de un año en América Latina no completan su esquema de vacunación en tiempo y forma, según reveló la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

“En 2020, ninguna vacuna del calendario superó el 80% de cobertura a nivel nacional”, destacó María Florencia Lución, médica pediatra y presidenta de la Subcomisión de Epidemiología de la SAP, y advirtió que la vacunación óptima se considera al superar el 95% de la población inoculada.

No es la primera vez que los expertos alertan sobre el descenso de la vacunación de calendario. En julio pasado, Unicef, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que en 2020 unos 23 millones de niños en el mundo no tuvieron acceso a las vacunas esenciales, 3,7 millones más que en 2019. Así, la Argentina se situaba en el noveno puesto en países que registraron un mayor aumento del número de niños que no recibieron una primera dosis de la vacuna DTP (contra la difteria, el tétanos y la tos ferina) de 2019 a 2020, con 156.000 desprotegidos.

“Las vacunas más afectadas en nuestro país por esta disminución de las coberturas son la quíntuple (coqueluche, tétanos, difteria, hepatitis B y enfermedad invasiva por Haemophilus influenzae b), la polio inactivada, el rotavirus (contra cuadros diarreicos severos), el neumococo (neumonías y meningitis), la triple viral (sarampión, rubeola y parotiditis), hepatitis A, varicela y meningococo”, afirmaron desde la SAP.

Sobre los adolescentes, la más afectada es la vacuna contra el VPH (lesiones genitales y cáncer cervical), seguida del meningococo y los refuerzos correspondientes a difteria, tétanos y tos convulsa; incluidas en el calendario nacional, gratuito y obligatorio.

La infectóloga pediatra Elizabeth Bogdanowicz, miembro del Comité de Infectología de la SAP, reparó en el riesgo de “la reaparición de enfermedades que han sido controladas”. Se refirió a meningitis bacterianas, hepatitis fulminantes o tétanos. “Son las enfermedades que pueden reaparecer ante la falta de coberturas adecuadas y seguras. Además, se añade el riesgo de la reintroducción de enfermedades ya controladas por la vacunación en nuestro país, como el sarampión. Pero si las coberturas contra estas enfermedades no se sostienen en el 95%, corremos ese riesgo, teniendo en cuenta que Brasil tiene circulación de sarampión y mantenemos con el país una interacción fuerte. Es una preocupación muy seria”, agregó.

“El descenso de la vacunación en general es multicausal, pero en los últimos dos años la llegada de la pandemia, el confinamiento, las dificultades para trasladarse, la disminución de las consultas pediátricas, la suspensión de las clases y el miedo al contagio por Covid-19 han contribuido en gran manera”, advirtió a la nacion Maximiliano Nitto, responsable del Área de Salud, Acción Social, Educación y Cultura de la Defensoría del Pueblo de la Nación.

Un escenario que acrecienta la preocupación por la inminencia del inicio del ciclo lectivo. “La vuelta a clases es una gran oportunidad para recuperar y completar los esquemas de vacunación de nuestro calendario nacional”, aseveró Nitto.