Rafael Mathus Ruiz

CORRESPONSAL EN EE.UU.

WASHINGTON.- Después de más de dos años, la pandemia del coronavirus largamente ha pasado a un segundo plano en la lista de preocupaciones en la mente de la mayoría de los norteamericanos, y en gran parte del país la vida ha regresado a una normalidad casi plena. La gente ya no debe usar barbijo para volar o viajar en tren, y en Washington ya no hace falta siquiera presentar la tarjeta de vacunación para ir a un bar o a un restaurante. Pero en Nueva York, capital del mundo, el nivel de alerta subió y el alcalde, Eric Adams, dijo que no sabe aún si volverá a implementar algunas precauciones, como el uso de barbijos.

Una de las subvariantes de ómicron, BA.2, ha provocado un aumento de casos en la costa este del país, en Maine, New Hampshire, Massachussets, Connecticut, Rhode Island, Vermont, Nueva Jersey y Nueva York. En la Gran Manzana el nivel de alerta, que fue modificado en marzo, subió hoy a “amarillo” cuando el promedio de casos superó la tasa de 200 contagios por cada 100.000 habitantes en los cinco barrios de la ciudad.

“En la práctica, lo que esto significa para los neoyorquinos es que deben tener aún más precaución que en las últimas semanas. Si tiene un mayor riesgo de sufrir una enfermedad grave debido a la edad, condiciones de salud subyacentes o no está vacunado, considere precauciones adicionales, como evitar reuniones en interiores llenas de gente”, indicó el comisionado de Salud, Ashwin Vasan, en un comunicado.

El nuevo nivel de alerta no impone restricciones, pero si gatilla “recomendaciones” para los neoyorquinos, como el uso de máscaras en lugares públicos cerrados en los que no hay certezas si la gente está vacunada o no. El nivel además dispara una recomendación para el gobierno de la ciudad: “considerar” requerir el uso de máscaras en lugares de alto riesgo donde hay multitudes y no se puede mantener, incluidas las escuelas o guarderías. Esa es la decisión que debe tomar el acalde Adams, quien el mes pasado se contagió, y ha buscado enfocar su administración en la recuperación de la ciudad.

El dilema de Adams ofrece un vistazo a la nueva realidad con la que deben muchas autoridades del país. Anthony Fauci, el principal asesor de la Casa Blanca y el experto que más ha influido en los hábitos durante los últimos dos años, ha dicho que Estados Unidos ya dejó atrás la fase de pandemia del coronavirus, indicando que Covid-19 se convertirá en una enfermedad respiratoria más. La inflación, la economía, los precios de la gasolina, los problemas en el liderazgo del país, la guerra en Ucrania y las tensiones con Rusia y la inmigración son todas preocupaciones que aparecen ahora por encima del coronavirus en la mente de los norteamericanos a la hora de marcar los problemas más importantes, según Gallup.

Luego de 18 meses, la actividad en Broadway se reanudó en septiembre de 2021. SPENCER PLATT – GETTY IMAGES NORTH AMERICA

Las autoridades enfrentan una resistencia cada vez más mayor a la imposición de restricciones luego de dos años de pandemia, y ante las evidencias de que las últimas variantes del coronavirus son menos peligrosas, aunque más contagiosas. Hay quienes ponen sobre relieve además que la cantidad de casos en Nueva York es mucho mayor porque muchas personas ahora se testean en sus hogares y, al no tener síntomas graves, nunca son detectados por el sistema de salud.

Las hospitalizaciones han subido, pero continúan muy bajas, y la ciudad tuvo un promedio de cinco muertes diarias por Covid-19 en la última semana.