James M. Chege y J. Mason Afp

LONDRES.– En lo que representan señales alentadoras en la lucha contra la pandemia, dos laboratorios dijeron que sus vacunas protegen contra ómicron y datos británicos sugirieron que podría generar un número proporcionalmente menor de hospitalizaciones que la variante delta del coronavirus, aunque expertos en salud pública advirtieron que la batalla contra el Covid-19 está lejos de terminar.

Ayer se conocieron señales igualmente esperanzadoras sobre las tasas de hospitalización en Sudáfrica, pero el director de una importante agencia sanitaria africana se unió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para advertir que es muy pronto para sacar conclusiones generales sobre la virulencia de ómicron. “Seamos prudentes y no extrapolemos lo que estamos viendo en Sudáfrica a todo el continente, o a todo el mundo”, dijo el jefe de los Centros Africanos de Control de Enfermedades (CDC), John Nkengasong.

Las infecciones por coronavirus se han disparado allí donde se ha propagado la variante altamente infecciosa ómicron, provocando nuevas restricciones en muchos países.

Identificada por primera vez el mes pasado en el sur de África y en Hong Kong, la variante se está convirtiendo en dominante en gran parte de Europa, incluyendo Reino Unido, donde las infecciones diarias superan las 100.000.

En Francia, los casos diarios de coronavirus –actualmente cercanos a los 90.000– podrían ascender a cientos de miles en enero, dijo un asesor científico del presidente Emmanuel Macron, mientras que Alemania informó de su primera muerte por ómicron.

En Italia, el primer país occidental afectado por la pandemia el año pasado, el Instituto Nacional de Salud dijo que ómicron será predominante pronto, mientras que Grecia prohibió las fiestas públicas de Navidad para frenar su propagación. Ambos países también hicieron obligatorio el uso de mascarillas al aire libre.

No obstante, el aumento de las hospitalizaciones y las muertes en Sudáfrica y Reino Unido desde que ómicron se impuso parece haber sido solo gradual, y AstraZeneca y Novavax se unieron a otros laboratorios para decir que sus vacunas protegen contra la variante.

Investigadores de la Universidad de Edimburgo, que realizaron un seguimiento de 22.205 pacientes infectados por ómicron, dijeron el miércoles que el número de personas que tuvo que ser hospitalizada fue un 68% menor de lo que habrían esperado, basándose en la tasa de pacientes con delta.

Expertos del Imperial College de Londres reportaron evidencias de una reducción comparable de entre el 40% y el 45% en el riesgo de hospitalización.

Raghib Ali, investigador clínico asociado de la Universidad de Cambridge, afirmó que los científicos advirtieron que, con el alza de casos en el Reino Unido, incluso una pequeña proporción de hospitalizaciones podría saturar el sistema sanitario.

Sin embargo, los datos son alentadores y “pueden ayudar a justificar la decisión del gobierno de no ampliar las restricciones a las reuniones sociales durante la Navidad en Inglaterra”, señaló.

Los datos británicos respaldan las conclusiones expresadas por el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles de Sudáfrica (NICD, por sus siglas en inglés). Otro estudio respaldado por el gobierno sudafricano –que aún no ha sido revisado por pares– sobre trabajadores sanitarios a los que se les administró la vacuna de Johnson & Johnson identificó un “claro y temprano desacople” de los casos de hospitalización de ómicron en comparación con delta.

No obstante, Nkengasong indicó que los datos del NICD –que sugieren que ómicron es entre un 70% y un 80% menos grave que delta– deben interpretarse “con mucha precaución”.

La directora técnica de la OMS, Maria van Kerkhove, dijo ayer que los datos sobre ómicron son todavía demasiado “confusos” para sacar conclusiones firmes.