Remite Oscar Bottasso.

Feld JJ et al. Peginterferon lambda for the treatment of outpatients with COVID-19: a phase 2, placebo-controlled randomised trial 

Lancet Respir Med 2021 Publicado online 5 febrero 2021 

https://doi.org/10.1016/S2213-2600(20)30566-X

El Interferón lambda-1, perteneciente al tipo III de esta familia de citocinas, tiene un rol  relevante en los mecanismos de defensa innatos. Este interferón promueve un estado antiviral  similar al tipo I (alfa y beta), pero al utilizar un receptor que predominantemente se expresa en  las células epiteliales como las del pulmón e intestino, su accionar a ese nivel se ve potenciado  y a la vez tiene menos posibilidad de generar efectos sistémicos y/o gatillar una enérgica  producción de citocinas inflamatorias. Basados en estos hechos un grupo de investigadores  canadienses publicaron hace unos días los resultados de un estudio sobre la eficacia y perfil de  seguridad interferón lambda pegilado1 -pIFN-λ- para el tratamiento de pacientes ambulatorios con COVID-19 leve a moderado. 

Los pacientes con diagnóstico confirmado de COVID-19 fueron aleatorizados para recibir una  única inyección subcutánea pIFN-λ 180 μg o placebo (1:1, en bloques de 4) dentro de los 7 días  de aparición de los síntomas o del primer hisopado positivo en el caso de ser asintomático. El  punto final primario fue la proporción de pacientes que arrojaran resultados negativos para la  PCR (SARS-CoV-2) en el día 7 después de la inyección (análisis univariado por medio de chi  cuadrado bajo intención de tratar; a la par de un análisis ajustado por carga viral basal por medio  de una regresión logística bivariada). 

Entre los meses de mayo y setiembre del año pasado incorporaron 30 pacientes por grupo. La  caída del ARN para SARS-CoV-2 fue superior en los tratados respecto de placebo a partir del día  3, con una diferencia en copias de 2.42 log/ml al día 7 (p=0·0041). Para ese momento, en 24 de  los que habían recibido pIFN-λ (80%) la carga viral era indetectable, comparado con un 19/30  del grupo placebo (63%) (p=0·15). Tras el ajuste por carga viral al inicio, el grupo pIFN-λ tenía  una chance 4 veces superior de que la carga viral fuese indetectable al día 7 (OR 4·12, intervalo  de confianza al 95% 1·15–16·73; p=0.029). Entre aquellos con una carga basal por encima de 10⁶  copias/ml, en un 79 % de los inyectados con pIFN-λ (15/19) la carga viral no fue detectable al día  7, mientras que en los receptores de placebo esto se observó en un 38% de los casos (6/16),  OR= 6·25, intervalo de confianza al 95% 1·49–31·06; p=0·012). El tratamiento fue bien tolerado y los efectos adversos fueron similares entre ambos grupos, aunque los tratados con pIFN-λ mostraron un incremento leve y transitorio de los niveles de transaminasas. Dos pacientes  alcanzaron el grado 3 de aumento (uno en cada grupo) mientras que no se registraron eventos  adversos laboratoriales grado 3 o 4. En síntesis, el pIFN-λ acelera el descenso de la carga viral en  pacientes ambulatorios con COVID-19, con una mayor proporción de casos que eliminan el virus  al día 7, particularmente en aquellos cuyos valores eran altos en el comienzo. Los resultados son  muy prometedores como para promover un estudio a mayor escala y de hecho los  investigadores están valorando los efectos de esta terapia adyuvante en pacientes internados COVID-19 positivos. 

Oscar Bottasso 

1 La “pegilación” consiste en el añadido de cadenas ramificadas de polietilenglicol (PEG), que retarda la  metabolización del interferón, con lo cual se prolonga su tiempo de circulación y se consigue un efecto  antiviral más sostenido.