Hay sospecha de que las dosis contra el Covid causan efectos adversos aislados en los órganos de la visión

Fabiola Czubaj

 Los ojos pueden dar cinco señales de alerta en las dos semanas posteriores a la aplicación de alguna de las vacunas contra el Covid-19. Son fáciles de advertir y eso facilita la consulta rápida para recibir tratamiento, si fuera necesario. Pero, sobre todo, reduce el riesgo de posteriores secuelas, como visión borrosa, fotofobia, dolor ocular u otras pérdidas de la salud visual.

“Desde que se autorizaron y comenzaron a aplicar las diferentes vacunas contra el Covid-19 nada se habló sobre si podían traer consecuencias para la visión. Si bien vale aclarar que los beneficios de recibir la vacuna superan con creces los raros riesgos oculares, de acuerdo con la información con la que contamos ahora es importante estar alerta a ciertos síntomas que pueden relacionarse con su aplicación en los siguientes 14 días”, dice Carla Pagano Boza, especialista en enfermedades de los párpados, las vías lagrimales y la órbita (oculoplástica) del Servicio de Oftalmología del Hospital Italiano.

¿Cuáles son esas señales? Tener uno o ambos ojos colorados, tener dificultad para levantar la ceja o cerrar el ojo, sentir dolor con el movimiento de los ojos, tener visión doble (diplopía) o percibir otros cambios visuales, como pérdida de parte del campo visual, aparición de distorsiones visuales o disminución generalizada de la visión de uno o ambos ojos.

En el servicio donde trabaja Pagano Boza, atendieron tres casos en los que la sospecha apuntó a una posible asociación con la vacunación recibida en los 14 días previos. Pagano Boza recuerda uno en especial; un hombre de 40 años, sin factores de riesgo vascular o cardiovascular, que a los días de vacunarse consultó: el diagnóstico fue trombosis venosa de retina y el tratamiento a tiempo, como en los otros dos casos, previno complicaciones.

“Lo que más estuvo ocurriendo por Covid-19 fueron las conjuntivitis, que eran transitorias. Pero no es algo que se haya visto asociado con la vacunación. Esa es una diferencia”, marca la especialista.

Otra es que el enrojecimiento de los ojos por la secreción que provoca una conjuntivitis suele ser motivo frecuente de consulta. En cambio, la aparición de algún problema en un ojo que el otro puede compensar o que se subestime puede llevar a demorar la consulta.

“El mensaje es que si me voy a vacunar, hay que prestarles atención a unos pocos síntomas en los siguientes 14 días y, ante la duda, lo mejor es consultar”, agrega Pagano Boza.

En enero, la Academia Estadounidense de Oftalmología difundió una primera revisión de 23 estudios que habían incluido efectos secundarios poco frecuentes luego de una vacuna contra Covid-19 como factor de sospecha previo. Los diagnósticos en 74 de esos casos incluían parálisis del nervio facial o del nervio motor ocular externo (se encarga del movimiento de los ojos), rechazos de trasplantes de córnea, alteraciones de la retina, inflamación intraocular (uveítis) o de la órbita.

“Estos efectos secundarios oculares pueden estar también relacionados con la respuesta inmunológica exagerada en personas que sean susceptibles –explica Pagano Boza–. Y aun cuando la vacuna contra el Covid-19 pudo tener relación con una respuesta anormal, las manifestaciones oculares que se describen en los estudios publicados tuvieron buen pronóstico con el tratamiento o el manejo adecuados. La publicación corresponde a casos aislados o informes, por lo que la relación se considera por ahora simplemente una sospecha dado el alto porcentaje de población mundial con una o más vacunas contra el Covid y con una incidencia muy baja de efectos adversos en los ojos notificados”.

En este contexto, dada la importancia de la consulta temprana y a partir de la experiencia en el servicio del hospital, la oftalmóloga elaboró una lista de pautas de alarma para estar atentos en las dos semanas posteriores a la aplicación de cualquiera de las vacunas que se están utilizando.

“Siempre, con la consulta tardía, las complicaciones pueden ser irreversibles. Muchas de estas pautas de alarma suelen subestimarse o pasan más inadvertidas, en muchos casos porque aparecen en un ojo y el otro compensa la dificultad visual. Pero lo que vemos es que con la consulta a tiempo y el tratamiento adecuado cuando es necesario, la mayoría lo supera bien”, concluyó la profesional.