WASHINGTON.– Estados Unidos registró más de un millón de nuevos casos de coronavirus anteayer, un récord mundial que duplica el máximo del país, de 505.109, establecido hace apenas una semana, mientras la altamente contagiosa variante ómicron no muestra signos de desacelerarse.

Las 1.082.549 nuevas infecciones fueron aproximadamente el doble del récord de casos diarios de la semana pasada, según los datos de la Universidad Johns Hopkins, referente mundial en estadísticas vinculadas de la pandemia.

Al mismo tiempo, el país registró 1688 muertes relacionadas con Covid-19, muy lejos del récord de 4442, establecido el 20 de enero de 2021.

Por otra parte, el número de pacientes hospitalizados por el coronavirus subió casi un 50% en la última semana y ahora supera los 100.000, la primera vez que se alcanza ese umbral desde la oleada del invierno de hace un año.

En general, Estados Unidos registró una media diaria de 486.000 casos la semana pasada, un ritmo que se duplicó en siete días y supera con creces a cualquier país.

El récord de nuevas infecciones incluye algunos casos del sábado y el domingo, cuando muchos estados no informan.

El promedio de muertes por día se mantuvo estable a lo largo de diciembre y principios de enero, en torno a 1300, aunque las muertes suelen ir por detrás de los casos y las hospitalizaciones.

Ómicron parece ser mucho más fácil de transmitir que las variantes anteriores del virus, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo ayer que las pruebas sugieren hasta ahora que está causando una enfermedad menos grave. No obstante, las autoridades de salud pública advirtieron que el gran volumen de casos de ómicron amenaza con saturar los hospitales, algunos de los cuales ya están lidiando con una ola de pacientes de Covid-19.

Los estados de Delaware, Illinois, Maryland, Ohio y el Distrito de Columbia informaron de un número récord de pacientes hospitalizados por Covid en los últimos días.

Más de 3200 escuelas tuvieron que cerrar sus puertas esta semana, según Burbio, un sitio que hace un seguimiento de las interrupciones de clases. Las escuelas que siguieron abiertas se enfrentan a la escasez de personal y la renovada preocupación por la propagación del virus.