• LA NACION
  • 29 Nov 2021
  • Alejandro Horvat

En la Argentina no hay un banco genético de las muestras tomadas en hisopados

En la Argentina, desde que comenzó la pandemia, 5.326.448 personas se infectaron de coronavirus. Uno de los grandes interrogantes es si aquellos que ya transitaron la enfermedad podrían volver a contagiarse, o si ya cuentan con una inmunidad robusta independientemente de su nivel de vacunación. Estudios que citan los especialistas consultados por la nacion señalan que la posibilidad de reinfectarse es baja, aunque indican que en el mundo se registraron casos. A pesar de que sean infrecuentes, estos casos de personas despiertan todo tipo de interrogantes: ¿Cómo se diferencia una reinfección de un cuadro de Covid largo? ¿Puede haber falsos positivos? ¿Es posible contagiarse dos veces de la misma variante?

Eduardo López, infectólogo y asesor presidencial durante la pandemia, señala que los estudios en el Reino Unido y en los Estados Unidos sobre reinfecciones dieron resultados alentadores: el porcentaje de casos oscila entre en 0,2% y el 1% en personas no vacunadas. Explica que corroborar que hubo una reinfección no es sencillo, porque es necesario tener la secuenciación genómica del virus que produjo el primer contagio y luego también del que generó el segundo para poder constatar que fueron distintas.

“Se considera como caso sospechoso de reinfección a una persona que pasó, al menos, 45 días desde que recibió el alta y cuando se la dieron se le practicó una prueba de PCR que dio negativo. Esto es importante, porque si se da el alta sin hacer un PCR, pueden quedar rastros genéticos de la primera infección. También habrá que evaluar el título de anticuerpos en sangre para determinar qué pasó”, sostiene López.

El especialista cita un estudio que se hizo en el Reino Unido entre abril y mayo del año pasado sobre una muestra de 11.000 trabajadores de la salud que no estaban vacunados y no se detectó ninguna reinfección. Esto, argumenta, demuestra que las reinfecciones no tienen un gran impacto en el avance de la pandemia y que posiblemente la enfermedad pueda generar una protección igual o más robusta que la vacuna para prevenir contagios.

Este medio consultó al Ministerio de Salud de la Nación para entender cómo se monitorean las reinfecciones en la Argentina, pero hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta.

Un estudio publicado en la prestigiosa revista científica Nature en octubre pasado muestra que es probable que se produzca una reinfección luego de uno o dos años desde el primer contagio. Como todavía el surgimiento del SARS-CoV-2 es relativamente reciente, los científicos combinaron los datos genéticos del patógeno con otros tres tipos de coronavirus endémicos y los coronavirus estrechamente relacionados con el SARS-CoV-2 y el MERS-CoV para construir un “árbol familiar viral”.

Luego, usaron ese esquema para diseñar un modelo que pueda brindar una estimación de la disminución en los niveles de anticuerpos después de la infección por SARSCoV-2 y de otros factores necesarios para comprender el riesgo de reinfección.

La investigación sugirió que el peligro promedio aumenta un 5% luego de cuatro meses desde el contagio inicial y esa cifra asciende al 50% después de 17 meses. En general, indica el estudio publicado, la protección natural parece durar menos de la mitad del tiempo que la de otros tipos de coronavirus que circulan de forma endémica entre la población.

Leda Guzzi, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), explica que una reinfección suele producirse por un segundo contagio con una variante distinta a la que causó la infección original. Tal como indicó López, la especialista también describe que para certificarla habría que tener un banco de muestras que permita comprar el linaje de la variante que se identificó en un primer momento con la del segundo PCR. Pero pocos países cuentan con este centro de datos sobre las muestras tomadas durante la pandemia.

Cultivo celular

“En la Argentina se hisopó a millones de personas, pero esas muestras en general no fueron secuenciadas y analizadas. Además, por una cuestión práctica se solía dar el alta a los pacientes sin necesidad de tener un PCR negativo. Como no había un test negativo de por medio, era posible que unas semanas más tarde la persona se pudiera infectar de gripe, la volvían a hisopar y le detectaban partículas de coronavirus que llevaban al test a dar positivo, cuando en realidad solo son fragmentos del virus que no tenían viabilidad viral. Solo se sabría si se hiciera un cultivo celular para ver si crece el virus”, argumenta Guzzi.

Si bien hay pocos registros de reinfecciones, según la revista científica The Lancet hubo casos en Hong Kong, Bélgica, Holanda, Ecuador, Estados Unidos, Corea del Sur e Israel. Guzzi señala que se podría pensar en una reinfección después de los tres meses si se descartan diagnósticos alternativos, como la influenza.

La patóloga y pediatra Marta Cohen explica que, de todos modos, la mejor protección la tiene aquel que se infectó de forma natural y luego se inoculó con las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus. Destaca que la cobertura que ofrece la vacuna es superior para evitar hospitalizaciones o muertes que un contagio natural.

“Si estás completamente vacunado, a los cinco meses de la segunda dosis la eficacia cae al 47%, por eso es importante dar dosis de refuerzo. La eficacia de las vacunas para prevenir cuadros graves es mayor que la protección que deja un contagio. Igualmente, respecto de las reinfecciones, es difícil hablar sobre la inmunidad a largo plazo porque todo es muy reciente. La inmunidad celular vinculada a los linfocitos T8 no se mide como se miden los anticuerpos y es difícil pronosticar cuánto tiempo dura esa inmunidad”, opina Cohen.ß