Está ubicado en la esquina de Italia y Santa Fe, en la denominada Casa Vignoles. Los trabajos de recuperación terminarán en agosto. “Edificamos la medicina de la actualidad sobre esos mismos pilares”, dijo la presidenta de la entidad, Malén Pijoan.

 

“Esos hombres de ciencia no tenían nada. Nada concreto bajo las manos para empezar a actuar en lo que creían posible y necesario. No tenían más que una idea, un deseo, una determinación, y hay que ver que con esas armas se puede conquistar muchos territorios si se las sabe usar”, escribió Angélica Gorodischer sobre la historia del Círculo Médico de Rosario, entidad que recorrió distintos espacios hasta ocupar el actual, en la esquina de Italia y Santa Fe, desde 1920, en la denominada Casa Vignoles.

Ahora, decenas de trabajadores se encuentran reparando la fachada y otras áreas, que habían sufrido los embates del paso de los años. Para fines de agosto está previsto que finalicen las obras que le devolverán el brillo a una esquina tradicional del centro rosarino.

La recuperación de un espacio emblemático de la ciudad, que es sede del Círculo Médico pero también de otras instituciones que son referentes de la ciencia y la medicina local, es una decisión de la actual gestión basada en una necesidad que “se viene planteando desde hace años desde la comisión directiva”, contó a La Capital la especialista Malén Pijoan, actual presidenta de la asociación que nuclea a cientos de médicos de la ciudad y la zona.

Se trata de una inversión millonaria que fue posible “gracias al enorme aporte de la Fundación de Ciencias Médicas, que dirige Alberto Muniagurria”, destacó la profesional.

Si bien el edificio se ocupó en 1920, más de diez años después del inicio de las actividades del Círculo Médico (que comenzaron en la sede del Jockey Club), fue el 31 de diciembre de 1958 cuando se formalizó la compra de la propiedad que está situada exactamente en Santa Fe 1798.

La casona pertenecía a Emma Ferro Carrera de Vignoles, viuda del doctor Mario Vignoles, profesor de Radiología de la Facultad de Ciencias Médicas. El edificio fue proyectado y desarrollado por Ángel Guido y Víctor Avalle.

Las tareas de recuperación que se están haciendo incluyen: tejado, impermeabilización de ornamento y cornisa, revisión de las paredes en lo estructural, restauración de la fachada (mampostería y pilastras), reposición de molduras faltantes, restauración de aberturas de ingresos históricas, recuperación de rejas e iluminación, entre otros espacios.

Recorrido y misión a futuro

“El Círculo Médico de Rosario forma parte de ese puñado de instituciones decanas que, nacidas en una época de trascendentes concreciones económicas, sociales y culturales, representan un perfil de ciudad que está todavía vigente y desafiante”, remarcó Pijoan.

La entidad, que nace y crece a partir del primer centenario de la Revolución de Mayo y poco después de que se creara el Hospital Escuela del Centenario, “partió de la iniciativa de un grupo de profesionales que intervinieron en el surgimiento, consolidación y proyección internacional de la facultad”, dijo la presidenta.

Pijoan comentó que desde los inicios de las actividades del Círculo Médico se fijaron claros objetivos, “que hoy continúan vigentes ya que edificamos mirando hacia el futuro, pero sobre esos mismos pilares”.

“Siguen siendo nuestras metas diarias el hecho de contribuir al progreso de la medicina realizando sesiones científicas, mantener y hacer crecer la revista, la biblioteca, promover la educación médica continua, además de fomentar la solidaridad del cuerpo médico rosarino y mantener siempre elevado el prestigio profesional de los médicos de nuestra ciudad”, enfatizó la profesional, que es la primera mujer en presidir la centenaria institución.

“Fomentar las relaciones científicas con las asociaciones y sociedades similares del país y del extranjero es otro camino que seguimos transitando”, puntualizó.

“El Círculo Médico está vivo, tenemos numerosas jornadas, congresos con la participación de referentes del país y del extranjero, actividades de las 33 filiales que se reúnen en forma mensual y además en nuestra sede funcionan la Fundación de Ciencias Médicas y la Academia de Ciencias Médicas de Santa Fe, que no paran de generar acciones y se hacen actividades culturales”, agregó.

Pijoan recordó que en marzo de 1911 fue editado el número 1 de la Revista Médica de Rosario, órgano del Círculo Médico, que sigue publicándose y que estuvo “por muchos años bajo la dirección del doctor Clemente Alvarez y Camilo Muniagurria”.

La denominación de los salones de la sede del Círculo Médico también “muestran el respeto y el legado hacia destacadas figuras que influyeron en el desarrollo de la institución y sobre todo de la medicina de Rosario a lo largo de la historia: Pedro Castro, David y Juan Staffieri, Rafael Pineda, Enrique Roncoroni, Camilo Muniagurria, José Silberstein, Carlos Sylvestre Begnis y Juan Martínez. El auditorio central lleva el nombre del doctor Pablo Borrás”.

“En mi sentir puedo señalar que es una gestión que Dios ha respaldado desde los inicios y la puesta en valor de la fachada y parte del edificio, que es un avance que en tiempos tan complejos no pensamos que podía realizarse, es una muestra más de ello”, reflexionó Pijoan, quien siempre destaca la importancia de “no separar lo espiritual de lo científico, en pos del crecimiento de la sociedad, en todo sentido”.