La revista científica Frontiers in Veterinary Science ha publicado el primer estudio en el que se determina la infección de bóvidos por Mycobacterium tuberculosis (principal causante de tuberculosis en humanos) en Estados Unidos y también el primero que utiliza pruebas epidemiológicas y genotípicas con las que se ha determinado la transmisión de Mycobacterium bovis de humanos a ganado.

Los investigadores explican que el Complejo Mycobacterium tuberculosis (MTBC) incluye tanto M. tuberculosis como M. bovis, la principal causa de la tuberculosis bovina (bTB), así como otras especies de Mycobacterium estrechamente relacionadas.

“La transmisión zoonósica de M. bovis del ganado vacuno al ser humano fue reconocida hace más de un siglo, pero la transmisión de las especies de MTBC del ser humano al ganado vacuno es menos frecuente”, señala el informe.

En la última década, múltiples informes publicados en todo el mundo describen la transmisión del MTBC de humano a ganado. En este sentido, en Estados Unidos se han producido tres casos probables de transmisión de MTBC de humano a ganado desde 2013.

En el primer caso, la detección de la enfermedad de la tuberculosis activa (M. bovis) en un empleado de una lechería en Dakota del Norte provocó la realización de pruebas y la detección final de la infección por tuberculosis en el rebaño lechero. La secuenciación del genoma completo (WGS) demostró la coincidencia entre la cepa de tuberculosis en el empleado y una vaca infectada. Los funcionarios de salud pública y animal de Dakota del Norte concluyeron que la infección del empleado era la fuente más probable de introducción de la enfermedad en la lechería.

El segundo caso involucró a un rebaño lechero de Wisconsin con un empleado diagnosticado con la enfermedad de la tuberculosis (M. bovis) en 2015. Posteriormente, el rebaño fue analizado dos veces sin que se detectara la enfermedad. Tres años más tarde, se detectó una vaca procedente de este rebaño con tuberculosis en el momento del sacrificio. La cepa en el caso del sacrificio coincidía con la del empleado anterior según la WGS.

El tercer caso fue una ternera de 4 meses nacida en Nuevo México y transportada a Texas. La ternera fue sometida a la prueba de la tuberculosis según los requisitos de entrada de Texas y se descubrió que tenía M. tuberculosis. Los seres humanos son la fuente sospechosa de M. tuberculosis en el ganado; sin embargo, las autoridades de salud pública no pudieron identificar a un ser humano infectado asociado a la explotación ganadera.

Estos tres casos aportan “pruebas contundentes de la transmisión” del organismo MTBC de persona a ganado y ponen de manifiesto que la infección humana es una fuente potencial de introducción del MTBC en los rebaños lecheros, remarcan.

“Para comprender y abordar mejor el problema, es necesario un enfoque multisectorial de ‘Una sola salud’, en el que la industria, la salud pública y la sanidad animal trabajen juntas para comprender mejor la epidemiología e identificar medidas preventivas para proteger la salud humana y animal”, concluyen los investigadores.