Pasó de 24 infecciones, el 28 del mes último, a 37 ayer; así lo confirmó el Ministerio de Salud; casi el 30% no tiene antecedentes de viaje y se contagió por contacto estrecho

Delfina Celichini

Los casos positivos de viruela símica aumentaron un 54% en siete días en la Argentina. Mientras que el 28 pasado el Ministerio de Salud de la Nación había notificado 24 contagios, ayer confirmó un total de 37.

“Hay 32 casos confirmados, todos de sexo masculino”, se detalló en el comunicado de Salud. Sin embargo, la cartera que conduce Carla Vizzotti precisó ayer a la nacion que el número ascendía a 37.

Un 70,2% de los casos presentan antecedentes de viaje, mientras que el resto “mantuvo contacto con un viajero o caso confirmado. Los síntomas más frecuentes que presentaron fueron exantemas vesiculares, fiebre y dolor muscular”, se detalló en el comunicado.

Salud confirmó que los infectados son 22 en la Capital, 8 en la provincia de Buenos Aires, 5 en Córdoba, 1 en Mendoza y 1 en Santa Fe.

Para Ricardo Teijeiro, infectólogo del Hospital Pirovano y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), la situación “no es de riesgo porque no es tan contagiosa como las enfermedades respiratorias”. No obstante, señaló: “No quiere decir que no haya que tomar medidas. Hay que seguir informando a la población y explicar que aquellas personas que vienen de una zona de riesgo o que tuvieron contacto con personas en riesgo se deben aislar”.

Vizzotti había participado anteayer de una capacitación virtual sobre viruela de mono para equipos de salud de las provincias en la que se compartieron detalles sobre la situación epidemiológica nacional, la vigilancia, la detección, el diagnóstico y las características que desarrolla esta enfermedad en países no endémicos.

Se desarrolló un plan de acción para el abordaje coordinado de la viruela símica que “incluye este contacto con los equipos de salud que trabajan en territorio, que son fundamentales para brindar información a la comunidad sobre la prevención y para identificar precozmente cualquier caso sospechoso”, había dicho Vizzotti.

Según se especificó en el comunicado, el plan “está centrado en fortalecer la vigilancia epidemiológica, descentralizar el diagnóstico de laboratorio, capacitar a los equipos de salud y generar acciones de prevención y comunicación”.

Se trata de una enfermedad infecciosa que se transmite por contacto estrecho con una persona o animal infectado, o con material contaminado por el virus. Constituye una infección endémica principalmente en África central y occidental, a menudo cerca de selvas tropicales, aunque su presencia aumenta en zonas urbanas. Está en plena expansión fuera de África.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cuadro clínico se asemeja al de la viruela, aunque es menos contagiosa y causa una infección menos grave. Los síntomas más frecuentes son fiebre, dolor de cabeza, muscular o de espalda, inflamación de ganglios y cansancio. Entre uno y cinco días después, se agrega erupción en la piel, que pasa por distintos estadios hasta formar una costra que luego

Según la OMS, es menos contagiosa que la viruela y causa una infección menos grave

Se pide que los infectados se mantengan aislados

se cae. Los infectados contagian hasta que se hayan caído todas las costras, por eso deben permanecer aislados hasta ese momento.

En el actual brote en países no endémicos, la mayoría de los pacientes presentan lesiones en diferentes partes del cuerpo, incluyendo genitales y área perigenital, lo que indica que la transmisión probablemente ocurra a través del contacto físico cercano: cara a cara, piel con piel, boca a boca y contacto sexual.

La detección de los síntomas es clave, dado que, a diferencia del Covid, la infección solo se desarrolla si estos signos aparecen.

En este sentido, en ese encuentro, la directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica, Analía Rearte, compartió información sobre esta infección y las vías de transmisión interhumana; la más frecuente en este brote es el contacto estrecho con lesiones cutáneas o mucosas de un infectado, especialmente contacto estrecho sexual.

Además, mencionó las actividades consideradas de alto riesgo, como contacto sexual (con o sin preservativo) con infectados, como también con lesiones de piel, costras o fluidos; asistencia a eventos en los que haya contacto sexual con múltiples personas, besar o acariciar a sintomáticos o confirmados; compartir la cama, sábanas, toallas o elementos de uso personal; compartir bebidas y mate con infectados.