Los científicos confirman que el riesgo de Covid a través de las superficies es bajo

23 de abril de 2021

NUEVA YORK (The New York Times).– Cuando el coronavirus comenzó a propagarse en Estados Unidos la primavera pasada, muchos expertos advirtieron del peligro que representaban las superficies. Los investigadores informaron que el virus podía sobrevivir durante días en el plástico o el acero inoxidable y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos advirtieron que si alguien tocaba una de estas superficies contaminadas –y luego se tocaba los ojos, la nariz o la boca– podía contagiarse.

Los estadounidenses respondieron en el mismo tenor: lavaron los comestibles, pusieron en cuarentena el correo y compraron todas las toallitas Clorox hasta vaciar los estantes de las farmacias. Facebook cerró dos de sus oficinas para hacer una “limpieza profunda”. La Autoridad Metropolitana del Transporte de Nueva York comenzó a desinfectar los vagones del metro todas las noches.

No obstante, la era del “teatro de la higiene” puede haber llegado a su fin extraoficial la semana pasada, cuando los CDC actualizaron sus lineamientos de limpieza de superficies y señalaron que el riesgo de contraer el virus por tocar una superficie contaminada era inferior a uno en 10.000.

“Las personas pueden contagiarse del virus que causa la COVID-19 a través del contacto con superficies y objetos contaminados”, señaló Rochelle Walensky, directora de los CDC. “Sin embargo, las pruebas han demostrado que el riesgo de transmisión por esta vía es muy bajo”.

Los científicos aseguran que se esperaba este reconocimiento desde hace mucho tiempo. “Por fin”, dijo Linsey Marr, experta en virus de transmisión aérea de Virginia Tech. “Lo sabemos desde hace mucho tiempo y, sin embargo, la gente sigue centrándose mucho en la limpieza de las superficies”. Agregó: “En realidad no hay pruebas de que alguien se haya contagiado de COVID-19 por tocar una superficie contaminada”.

Durante los primeros días de la pandemia, muchos expertos creían que el virus se propagaba principalmente a través de gotas respiratorias grandes. Estas gotas son demasiado pesadas para viajar largas distancias por el aire, pero pueden caer sobre objetos y superficies. En este contexto, parecía lógico centrarse en el lavado de todas las superficies. “Estamos más familiarizados con la limpieza de superficies –dijo Marr–. Puedes ver a la gente haciéndolo y ves la superficie limpia. Por eso creo que la gente se siente más segura”.

No obstante, en el último año ha quedado cada vez más claro que el virus se propaga por el aire principalmente –tanto en gotas grandes como en pequeñas, que pueden permanecer suspendidas en el aire durante más tiempo– y que limpiar las manijas de las puertas y los asientos del metro no contribuye a mantener a la gente a salvo.

En la mayoría de los casos, la limpieza con agua y jabón –además del lavado de manos y el uso de mascarillas— es suficiente para mantener bajas las probabilidades de transmisión por la superficie, según las directrices actualizadas de los CDC.