Impactos sobre la salud
Numerosos estudios demuestran la toxicidad del arsénico (As) en la salud humana. En este contexto, los compuestos inorgánicos del As han sido clasificados como carcinogénicos por la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer. La vía más común de incorporación del As en el hombre es a través del agua de bebida, aunque también contribuyen a su incorporación la dieta (vegetales producidos en zonas con agua en alto contenido de As) o por vías respiratorias. También puede incorporarse por exposición de As a diferentes tipos de actividad laboral (actividad minera, fundiciones, uso de insecticidas), entre otras.
Los compuestos inorgánicos de As pueden originar intoxicaciones agudas o crónicas, que dependen de la dosis y del tiempo de exposición al mismo. Las intoxicaciones agudas ocasionan en general náuseas problemas intestinales, cardiovasculares entre otros. La intoxicación crónica con As denominada “Arsenicosis” incluye numerosas modificaciones clínicas causadas por exposición prolongada al As que se manifiestan en todo el organismo, afectando la mayoría de los órganos (hígado, riñón, corazón, pulmones, músculos), observándose también cambios dermatológicos. La exposición aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes, alteraciones genéticas, epigenéticas* y estrés oxidativo*. Las consecuencias más graves de las intoxicaciones crónicas son los cambios malignos en la mayoría de los tejidos del organismo, con el riesgo de desarrollar cáncer en diferentes órganos. También se constatan efectos adversos en los niños, donde aparecen rápidamente problemas dermatológicos.
La toxicidad del As es a través de la inactivación de enzimas relacionadas con las vías metabólicas (en respuesta al estrés, daño genético, síntesis y reparación del ADN). La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece 10 microgramos/litro (donde “microgramo” = 1 millonésima de gramo) como nivel máximo de As permitido en el agua de bebida. En nuestro país, diversas áreas de la planicie pampeana y zonas adyacentes, de alrededor de un millón de Km2, se encuentra muy afectada por la concentración de As en agua, que supera ampliamente este nivel. En esta amplia región se encuentran las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Chaco, Córdoba y Santiago del Estero. Un relevamiento de la Red de Seguridad Alimentaria Nacional de CONICET demostró, en un vasto análisis de muestras, que el agua que consume más del 50% de esta región contiene cantidades de As superiores a las establecidas por la OMS. Estudios recientes demostraron que la provincia de Santa Fe tiene contaminación con As en sus acuíferos en aproximadamente 60% del territorio, con niveles muy altos en un rango de 25,8 a 400,4 microgramos/litro. El contenido de As en aguas de diferentes localidades de la provincia (San Cristobal, Totoras, Colonia Rosas, entre otras) varía entre 50 y 100 microgramos/litro. Leer más…